Cuando la rutina personal y laboral se combinan, el tiempo no alcanza y nuestro rendimiento disminuye. Esto se debe a la baja productividad que tenemos para organizarnos, ser eficientes y cumplir las tareas pendientes de cada día.
"Ser productivo no es matarse trabajando sino repartir tu tiempo de forma correcta."
1. Levántate temprano
Según la mayoría de estudios, el cerebro rinde más por la mañana, desperezarlo y prepararlo para la acción con alguna rutina apenas despiertes, haz ejercicio, medita, lee un libro, agradece.
2. Prioriza las tareas
Sé razonable y escribe solo las tareas que realmente podrías llegar a completar durante tu día. Al escribir tu lista pregúntate: ¿cuál es la más importante? ¿cuándo es mi fecha límite para cada una?
Empieza priorizando para cada día una actividad y sepárala en pequeñas tareas.
3. Orden personal
Tener un espacio funcional y limpio incrementa tu rendimiento. Una imagen visual caótica provoca estrés. El orden y comodidad de tu área de trabajo ayudan a que te concentres.
4. Celebra tus resultados
"Ser productivo también está vinculado al placer: date premios cuando corresponda e intenta adoptar los hábitos que te hacen disfrutar."
Fuentes:
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